Mejora de estabilización social e integración de grupos étnicos afectados por el conflicto armado a través del acceso al agua potable, generación de ingresos y sostenibilidad ambiental en comunidades rurales como medio para construcción de paz

El Convenio de Huellas de Paz, ejecutado desde febrero de 2011 hasta abril de 2016, ha supuesto un cambio significativo en la vida de más de 20.000 personas de los Departamentos de Cauca, Nariño, Antioquia y Valle del Cauca. Un proyecto promovido por H+D junto con la Federación Nacional de Cafeteros y con la Financiación de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID). El Convenio ha significado la creación de oportunidades y espacio para el ejercicio efectivo de los derechos civiles, políticos, económicos, sociales, ambientales y culturales, a más de 3.500 personas pertenecientes a grupos en situación de vulnerabilidad como la población indígena y afrodescendiente.

El Convenio se ha desarrollado a través de tres componentes:

COMPONENTE SOCIAL para el fomento de comunidades participativas, generadoras de desarrollo y capaces de resolver conflictos a través de mecanismos pacíficos y democráticos. Para ello se ha formado a un grupo de 84 personas en “cultura de paz”, que se encargaron a su vez de formar a 652 líderes comunitarios en acciones de pedagogía social, la creación de espacios de participación democrática y a la creación de comunidades de paz en las que prime la confianza mutua, la colaboración, la solidaridad y la resolución creativa y pacífica de conflictos, en un contexto de violencia y desconfianza creada por el conflicto armado interno colombiano.

En el desarrollo de este componente, los líderes se encargaron a su vez de transmitir sus conocimientos a más de 6.500 habitantes de las comunidades rurales para la creación de espacios comunitarios para la participación, el diálogo, la concertación y la promoción de una cultura de paz y convivencia.

También se ha promovido la participación comunitaria a través de la constitución de mesas interinstitucionales, generadoras de iniciativas comunitarias de desarrollo, y medios comunitarios de comunicación.

También en el marco de este componente social se ha apostado por el empoderamiento y participación de las mujeres campesinas cafeteras para acompañarles en la superación de obstáculos que enfrentan a diario y romper con el patriarcado que se intensifica en las zonas rurales de Colombia. También se ha trabajado con las comunidades en la identificación de las violencias de género que ocurren en el seno de las mismas y se han organizado y editado “rutas para la atención de la violencia de género” adaptadas a la realidad comunitaria.

En definitiva, hemos apoyado la construcción de las bases sólidas de la nueva cultura para la paz que empieza a surgir hoy en Colombia después de años de conflicto armado, que nos permitan hablar en el futuro de paz estable y duradera.

COMPONENTE ECONÓMICO: En el ámbito económico/productivo, son dos los resultados que se han logrado: mejorar la eficiencia y la competitividad de la actividad productiva en las fincas de los cuatro departamentos, así como aumentar las capacidades de las familias campesinas para acceder a una mayor variedad y calidad nutricional.

En 2.900 fincas se han implementado prácticas sostenibles para la producción de café con el acompañamiento a las familias caficultoras de 27 técnicos agrícolas, formados también en el marco del Convenio Huellas de Paz. Ha sido muy relevante la participación de las mujeres caficultoras en la implementación de estas prácticas, pues habitualmente se encuentran relevadas de la gestión de las fincas.

Para la mejora de las condiciones económicas y de las capacidades productivas se ha mejorado la infraestructura productiva de las fincas con la instalación de beneficiaderos de café, animando y propiciando la adopción de “buenas prácticas” en la producción de café de calidad; se han renovado 1.010 hectáreas de cultivo de café.

1.025 fincas han obtenido sellos de certificación de producción sostenible como Rainforest Alliance, Triple A de Nespresso o el sello Fairtrade, incluyendo la mejora de la infraestructura de beneficio del café en 1.389 fincas que ha permitido un ahorro nada desdeñable en el consumo de agua potable.

COMPONENTE AMBIENTAL:

En el marco del convenio se han realizado inversiones sostenibles en la construcción de 8 acueductos rurales y conexiones domiciliarias en municipios de los departamentos de Cauca (Morales y Buenos Aires), Nariño (San Lorenzo) y Antioquia (Betulia, Betania-Hispania, Santa Rosa, La Ceja y Sopetrán) que han permitido asegurar el acceso a agua potable a 1.961 familias. Además, se han fortalecido las correspondientes asociaciones de usuarios de estos acueductos para una gestión del agua potable sostenible en el tiempo.

Del mismo modo, casi 600 familias cuentan ahora con condiciones de saneamiento básico en sus hogares a través de la instalación de sistemas de saneamiento (baterías sanitarias, sistemas de tratamiento de aguas residuales y otros sistemas para el manejo de residuos).