29/01/2008 - POR H+D
El proyecto, de dos años de duración, dota a los pobladores de las comunidades indígenas Asháninkas de los conocimientos necesarios en materia de salud, manejo productivo para el autoconsumo, implementación de un fondo rotatorio (entrega de semillas, herramientas y módulos de aves de crianza) y participación democrática. Un componente fundamental de la intervención son las aportaciones de la cultura ancestral propia de su etnia y el trabajo para la superación de las secuelas que los años de violencia vividos en el país dejaron en estas comunidades.
La situación de la población indígena Asháninka establecida en la cuenca del río Ene ha estado caracterizada por la marginación y la subordinación económica, política social y cultural. Para evitar perpetuar esta situación, las comunidades han identificado la necesidad de actuar sobre tres elementos que perpetúan la citada situación: 1. Bajos niveles educativos. 2. Precarias condiciones de salud, alimentación y nutrición. 3. Alto índice de vulnerabilidad derivado del problema de violencia.