28 Abril 2016

El miércoles 27 de abril organizamos, en casa de América, una jornada sobre cooperación en Colombia (ver programa aquí) en la que presentamos los resultados del Convenio Huellas de Paz. Un proyecto promovido por H+D junto con la Federación Nacional de Cafeteros y con la Financiación de de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) gracias al cual veinte mil personas han mejorado sus condiciones de vida en el país. Varias de ellas han reflejado su testimonio en el libro Vidas que siembran paz, editado en el marco del convenio, y que se presentó en el desarrollo del acto.
Tras unas palabras de bienvenida de Santiago Miralles, Director General de Casa de América, Rafael Rodríguez-Ponga, Presidente de la Fundación Humanismo y Democracia – H+D, inauguró esta jornada sobre Colombia a la que asistieron cerca de 100 personas. Recordó a los presentes la estrecha relación que existe entre los dos países a través de la historia y el trabajo que H+D lleva realizando desde hace 15 años por el desarrollo de miles de familias del ámbito rural colombiano. Un trabajo realizado con la ilusión de Don Quijote pero desde la sensatez de Sancho Panza, como homenaje a la celebración del IV Centenario de la muerte de Miguel de Cervantes.
Seguidamente se desarrollo la mesa Huellas de Paz en el campo colombiano. Maribel Alañón, Directora General de H+D, dió paso a la proyección del video que resume el trabajo realizado durante más de tres años de trabajo del Convenio en Colombia (ver video).
Tras su finalización tomó la palabra Gerardo Montenegro. Director del Comité de Cafeteros del Departamento del Cauca quien explicó el funcionamiento de la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia: fondos comunitarios de los cafeteros administrados por la Federación, la red de comites municipales… Posteriormente se centro en la caficultura diferencial del Cauca, con una alta concentración de población indígena, y de como este convenio ha supuesto duplicar los ingresos de la población beneficiaria. Un proyecto que también ha incidido en la preparación de la población para el postconflicto. La construcción de un pensamiento colectivo para la paz basado en el respeto de las personas que empieza en la familia y que va generando la armonía social y comunitaria.
Cerrando esta mesa intervino Pablo Gómez Tavira, Director General de Servicios Sociales e Integración Social de la Comunidad de Madrid, quien dió fe del buen trabajo realizado por la Fundación puesto que pudo comprobar in situ los resultados y recojer las impresiones, en primera persona, de cómo les ha cambiado la vida a las personas destinatarias del convenio. Recordó el trauma provocado por el conflicto armado que ha provocado la rotura del tejido social en Colombia. Una población que no tiene nostalgia de la paz porque no sabe lo que es la paz. Por eso agradeció el trabajo realizado por H+D por ese “coaching” social realizado a través de las diversas actividades del convenio para acercarnos a la era postconflicto.
Tras esta primera mesa Rafael Rodríguez-Ponga presentó el libro Vidas que siembran paz (descargar aquí). Un libro, narrado en primera persona, testimonio emocionante de mujeres y hombres que nos transmiten sus vivencias, sus dolores, sus sentimientos; que nos enseñan, a través de su propia trayectoria, de qué manera la vida pudo cambiar para bien. Nos habla de cómo las familias que sufrieron situaciones de enorme dificultad vieron mejorar sus condiciones de vida. También habla de colaboración, de esfuerzo, de abnegación y de corresponsabilidad.
A continuación la mesa Colombianos en España recogió el conmovedor testimonio de tres personas de origen colombiano y que, por distintos motivos, han llegado a nuestros país para quedarse. Testimonios que agradecen su acogida en la sociedad española y de cómo están trabajando por aquellos que un día decidieron también venir a nuestro país sean colombianos o no: Nereyda Blanco, Coordinadora de proyectos Inmigración de H+D; Éricka Aladino, del Centro de Participación e Integración de Inmigrantes del CEPI Usera-Villaverde y Martha Inés Jaramillo, Presidenta de la Asociación para la Cooperación y la Inmigración en España-ASOCIE.
Cerrando el acto se presentó la mesa España-Colombia: Lo que nos une, que contó con la intervención de Pablo Gómez de Olea, Director General para Iberoamérica (MAEC) quien habló sobre la Cooperación Española en Colombia, un país todavía en conflicto. Con una inversión actual de 170 millones de euros, entre reembolsables y no reenbolsables, el futuro de nuestra cooperación es seguir con intervenciones en agua y saneamiento, la implicación de la empresa a través de la RSC en un escenario postconflicto, microcréditos, desminado humanitario y la igualdad de género.
Por su parte José Ramón García Hernández, Portavoz de la Comisión de Exteriores en el Congreso de los Diputados, manifestó tres ejes que nos vinculan con Colombia hoy: la paz, entendida en los mismos términos de reconciliación, generosidad pero sobre todo con justicia. Sabiendo quienes serán los adversarios de esa paz; el comercio en una situación postconflicto; y la cultura como el reconocimiento de una misma justicia, democracia y familia. A continuación Dionisio García Carnero, Portavoz de la Comisión de Asuntos Iberoamericanos en el Senado, nos contó el trabajo de la Fundación desde sus comienzos como entidad de formación hasta su transformación en una entidad dedicada a la cooperación y devolver a la sociedad aquello que la sociedad le había dado. Nos recordó que la cooperación engrandece y cambia a las personas.
El Convenio Huellas de Paz “Mejora de la estabilización social e integración de grupos afectados por el conflicto armado a través del acceso al agua potable, generación de ingresos y sostenibilidad ambiental en comunidades rurales para la construcción de paz (2011-2016)”, realizado con el apoyo económico de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo, AECID, ha supuesto una inversión de más de 7 millones de euros a la que se han sumado instituciones públicas y organizaciones sociales colombianas así como las propias comunidades beneficiarias con el fin de fortalecer el tejido social cafetero de Colombia desde un enfoque diferencial y de defensa de derechos.
La Fundación Humanismo y Democracia y la Federación Nacional de Cafeteros llevan trabajando más de 15 años por la mejora de la calidad de vida de la población rural colombiana, con la realización de 11 programas de Cooperación Internacional para el Desarrollo, que han supuesto una inversión de más de 27 millones de euros.