15/09/2018
La Fundación Humanismo y Democracia participó el pasado fin de semana en un seminario internacional para debatir sobre el papel de las organizaciones de trabajadores en la integración de migrantes y refugiados en el mercado laboral.
El nacimiento de la anti-política, que se aprovecha de los miedos y que genera rencor y odio; el fracaso de algunos modelos de integración; o el sentimiento de decepción ante una política de inmigración europea, que no es común ni tiene la capacidad de ejecutar las decisiones acordadas, pueden ser el detonante de una bomba social que puede explotar en mayo con las próximas elecciones europeas.
Todas estas cuestiones fueron debatidas entre los participantes en este seminario que fue organizado por la asociación portuguesa para la Formação, Investigação e Desenvolvimento Social dos Trabalhadores – FIDESTRA, y que contó con representantes de entidades de 8 países europeos.
Durante su participación Rafael Rodríguez-Ponga, Presidente de H+D y de la Plataforma Internacional de Cooperación y Migración – PICM, señaló que la migración es un debate prioritario en el seno de la Unión Europea, es el tema del presente y del futuro de la Unión. Va a determinar quiénes somos y quiénes vamos a ser los europeos. Si fracasamos en esto pueden surgir nuevos Brexits. Es el tema central de la opinión pública y está cambiando el mapa político, las relaciones económicas, sociales, religiosas, policiales, militares, etc…
Además defendió que la UE tiene todo el sentido hoy en día. Afirmó que se han dado pasos enormes en materia de inmigración y asilo. Entre otros, la futura creación de un cuerpo europeo de funcionarios dedicados a esta materia, los avances de Naciones Unidas por conseguir un pacto mundial por los Derechos de los Migrantes, o la Agenda 2030 con metas específicas en los Objetivos de Desarrollo Sostenibles asociadas a la migración.
También reiteró que la inmigración y el asilo es un problema de toda la Unión Europea y que hay que seguir trabajando por vincular migración y cooperación a través del fortalecimiento institucional, el fomento de la democracia y el respeto de los derechos y libertades. Todo ello analizando las causas profundas en los países de origen.
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