Jornada igualdad de oportunidades: retos pendientes

El pasado 23 de octubre Adolfo Suárez, Presidente de la Fundación Concordia y Libertad, inauguró en Madrid un ciclo de conferencias que la fundación va a desarrollar durante los próximos meses.

Durante su presentación explicó que Concordia y Libertad nace como un instrumento al servicio de la sociedad, recordando también que la Concordia se basa en tres pilares fundamentales que son el pluralismo, la libertad y la solidaridad. Y que esperaba, citando las palabras de Claudio Sánchez Albornoz, que “superada la tradicional locura de la estirpe española fuéramos capaces de desarrollar un futuro en Concordia y en Libertad”.

Esta primera jornada titulada Igualdad de oportunidades: retos pendientes ha servido para el intercambio de ideas sobre el concepto de feminismo y cuáles son los retos pendientes en el camino hacia la igualdad de hombre y mujeres.

Primera mesa redonda:

En la primera mesa Edurne Uriarte, Catedrática de Ciencia Política y periodista, planteó un debate sobre el concepto del feminismo estrechamente vinculado al debate sobre la igualdad de oportunidades.

Partiendo de la base de que España es uno de los países más avanzados en igualdad de las mujeres del mundo, dejó patente que aún queda mucho por hacer en igualdad de oportunidades y, al mismo tiempo, planteó importantes cuestiones: ¿qué es el feminismo?; ¿cómo se puede definir?; el feminismo es necesario para lograr la igualdad de oportunidades; es el feminismo de izquierdas como han dicho algunas dirigentes de la izquierda, o eso no es así; ¿es compatible con la izquierda y con la derecha?; de qué manera; ¿qué significa en la actualidad? ¿es posible y cómo una unión de mujeres y hombres de todas las ideologías alrededor de las reivindicaciones feministas fundamentales?,

Para contestar a estas preguntas se contó con la participación de Ana Camins, Senadora y Diputada de la Asamblea de Madrid; Elena Faba, Presidenta del Círculo de Mujeres de Negocios; Mario Garcés, Ex Secretario de Estado de Servicios Sociales e Igualdad, y la periodista Maite Rico.

A través de las distintas intervenciones se pusieron sobre la mesa las siguientes ideas:

El feminismo sigue estando de rabiosa actualidad. El problema se produce cuando este movimiento social pasa a ser un movimiento político. En estos momentos existe un debate sobre el feminismo polarizado por las ideas y por la manipulación de su significado.

El feminismo debe ser un concepto unívoco, es el principio de igualdad de derechos entre hombres y mujeres. Por consiguiente, todos somos feministas.

Desde el punto de vista político, la igualdad y la libertad son dos principios liberales del siglo XVIII. De hecho, las pioneras del feminismo en el siglo XVIII fueron mujeres de la burguesía liberal que chocaron con las instituciones conservadoras y las estructuras sociales dominantes.

Con el paso del tiempo comienza un proceso de apropiación nominalista por parte de la izquierda del significado de feminismo. En esa apropiación permanente de ámbitos de actuación política y social también figuran los Servicios Sociales y la Igualdad.

La RAE habla de feminismo como la doctrina que concede los mismos derechos a las mujeres y a los hombres. También dice que concede a la mujer igual capacidad. Esto, para ciertas feministas, se considera una definición patriarcal porque pone al hombre como modelo.

Este feminismo de izquierda, más vinculado al marxismo, asocia directamente el feminismo con la liberación de las estructuras que llaman patriarcales y que explotan y oprimen a la mujer. Entonces ya no se plantea la igualdad con el hombre sino prácticamente la ruptura con él.

Estamos en una reivindicación de un feminismo quizá un poco más radical, que lo único que está consiguiendo es dividir a la sociedad, dividir a las mujeres entre buenas feministas y malas feministas. Han convertido a la mujer en una categoría. Antes era el proletariado, el pueblo. La lucha de clases es ahora es la lucha de sexos: la mujer como una categoría más. Evidentemente esto les sirve para el rédito político.

Debería ser posible un acuerdo transversal entre todas las fuerzas políticas en torno a la igualdad de oportunidades para que el feminismo incluyera a todas las mujeres en su diversidad.

En el ámbito social, hoy en día en el mundo occidental no se discute la igualdad de capacidades entre hombres y mujeres. Lo que está sobre la mesa es la igualdad de oportunidades.

El hecho de que se luche por la igualdad de oportunidades no sólo afecta a las mujeres. Es algo que afecta también a los hombres porque va a posibilitar una racionalización de los horarios, obtención de permisos de paternidad, flexibilidad laboral, etc. que va a permitir una vida mejor para todos. Hombres y mujeres.

La mirada femenina en estos momentos, no está incluida en muchas estructuras empresariales. Es aquí donde la mujer tiene un papel importante. Este cambio facilitaría que la mujer llegue a esos puestos de responsabilidad para los que está preparada y no puede acceder. De este modo directamente estarían en la cuota que les corresponde.

Segunda mesa redonda:

A continuación, se desarrolló una segunda mesa con el objetivo de exponer y analizar algunos de los problemas existentes en el camino hacia la igualdad entre mujeres y hombres.

Ana Beltrán, Vicesecretaria de Organización del PP, moderó esta mesa en la que intervinieron la abogada Carolina Mata, Presidenta de la Asociación de Juristas Europeos – PROLEGE; María Eugenia Carballedo, Consejera de Presidencia de la Comunidad de Madrid; Carla Reyes, Presidenta de Executivas de Galicia; y Gloria Lomana, Presidenta de 50&50 Gender Leadership Advisory.

Durante las distintas exposiciones se destacaron los siguientes puntos:

La ley de igualdad de 2007, es una ley con un contenido muy bonito, pero carece de algo muy importante y es que no tiene un principio de obligatoriedad. El sistema de cuotas aseguraba la presencia de la mujer en puestos de responsabilidad. Hoy por hoy las mujeres están lo suficientemente preparadas como para que no se tenga que aplicar de manera exclusiva el concepto de cuota.

Existe una igualdad legal, pero la igualdad real pasa por una igualdad de oportunidades para poder decidir libremente qué trayectoria profesional queremos tener y que vida personal queremos llevar.

Las instituciones y los responsables políticos deben propiciar esta igualdad de oportunidades. Eliminando cualquier obstáculo al mérito, al talento y a la capacidad de las mujeres, acabar con la brecha salarial, fomentar la corresponsabilidad en el entorno familiar y la conciliación.

Para estudiar la brecha salarial tenemos que tener en cuenta la conciliación. La consecuencia de la conciliación es precisamente la brecha salarial. Es ahí donde se produce y por eso que hablamos de que el momento fundamental es el momento de la maternidad. Ahí cambia absolutamente todo porque la mujer pierde la libertad, pierde la disponibilidad de estar a la misma altura en cuanto a la disponibilidad de trabajo y profesional que el hombre. El problema de la brecha salarial es un problema de conciliación.

Desde la empresa, y también desde la propia Administración, se está lanzando un discurso de que las mujeres tienen que tener hijos y al mismo tiempo se les dice que tienen que asumir y dar un paso adelante, que tienen que dejar de sentirse menospreciadas o con la autoestima por los suelos y que por lo tanto tienen que ser valientes y asumir roles y papeles de responsabilidad y de dirección. Al mismo tiempo les decimos que tienen que acceder a carreras STEM, etc. Se están demandando superwomans. Es imposible, tal y como está organizada la sociedad hoy por hoy, que le estemos pidiendo a las mujeres que sean líderes, que sean stem, que tengan hijos y que además den un paso al frente y sean directivas.

Hay que empezar llevando la igualdad y la conciliación a las empresas. Y eso significa flexibilizar horarios y convencerles de que es necesario que apuesten por medidas de conciliación y de igualdad desde la empresa.

Clausura y cierre

Para clausurar esta primera jornada intervino Elvira Rodriguez, Ex Ministra de Medioambiente y Ex Presidenta de la Comisión Nacional del Mercado de Valores.

Comenzó su intervención planteando si en los diferentes ámbitos de la vida se da una desigualdad real frente a la igualdad formal que preconizan nuestras leyes. Una desigualdad sobre la que hay que actuar.

Frente a la compatibilidad familiar y laboral, que lleva una carga de discriminación positiva para paliar algo que parece que sólo compete a las mujeres, planteó abordar la conciliación personal y laboral. Es decir, hacer compatible nuestra vida como personas, con independencia de si somos mujeres u hombres, con el trabajo que tenemos que llevar a cabo. Las medidas que se tomen en este sentido entonces ya no irán destinadas o enfocadas a las mujeres sino a todos los trabajadores eliminando de esta manera causas de discriminación.

Este tipo de discriminaciones positivas a veces se vuelven en contra de a quien quieres discriminar, porque no debería de ser aplicado poniendo únicamente en valor el sexo y el género, sino teniendo en cuenta el mérito y las cualidades personales.

Finalmente reconoció que se han dado muchos pasos hacia adelante, pero hay que seguir andando.