06 NOVIEMBRE 2017

Con el objetivo de determinar la presencia de contaminación transgénica en maíces nativos y criollos cultivados en Nariño, el 7 y 8 de agosto de 2017 se realizaron en las instalaciones del Centro de Innovación Social de Nariño – Cisna las jornadas de pruebas de inmunostrip y cromatografía.
Este encuentro, organizado por la Red de Guardianes de Semillas de Vida, y con el apoyo del Convenio “Construyendo Paz con Equidad desde Nariño”, contó con la participación de campesinos provenientes de los municipios de San Lorenzo, Consacá, Ipiales, Guachavés, Samaniego, La Unión, El Tambo, La Florida, entre otros, los cuales llevaron consigo variedad de maíces cultivados en sus territorios para ser examinados con el acompañamiento de dos expertos en la materia: Diego Chiguachí, integrante de la Corporación Custodios de Semillas y Danilo Gómez, miembro de la Red de Guardianes de Semillas de Vida nodo Antioquia.
“El maíz es una planta milenaria, nuestro más precioso tesoro. Son novecientas generaciones humanas que han hecho posible la transformación del maíz en lo que es hoy. En una sola generación se está poniendo en riesgo eso porque la contaminación transgénica es irreversible. Entonces desde la Red de Semillas libres, desde la Corporación Custodios de Semillas, estamos apoyando el fortalecimiento de las capacidades técnicas en los territorios, de una metodología comunitaria para que la gente pueda hacerle seguimiento a sus cultivos, ver si una fuente de contaminación está cerca de su territorio y la pueda controlar o eliminar”, afirmó Diego Chiguachí.
Con la realización de la prueba immunostrip se buscó determinar la presencia de cuatro elementos transgénicos: VIP3A, Cry1Ab, Cry1Ac y su resistencia a Roundup Ready. El análisis mediante cromatografía, por su parte, tuvo como meta “conocer la salud de nuestras semillas y suelo en cuanto a sus minerales, carbohidratos, proteínas, vitaminas, grasas y demás componentes, y además detectar en qué medida está siendo afectado el maíz tradicional, el maíz nativo, por la contaminación transgénica en Nariño”, según lo manifestó Danilo Gómez Monsalve.
De acuerdo con el integrante de la Red de Guardianes de Semillas de Vida nodo Antioquia, desde el 2012 se vienen realizando muestreos de este tipo en distintas partes del país, como Riosucio (Caldas) y Necoclí (Antioquia). En Nariño, el primer muestreo impulsado por la Red de Guardianes de Semillas de Vida se realizó en el 2015, conforme lo comentó Alba Portillo, integrante de dicha organización. De las cincuenta muestras de maíz criollo analizadas en esa oportunidad, el 80% salió libre de contaminación transgénica, no obstante en semillas cultivadas en corregimientos cercanos a Pasto, las pruebas arrojaron otros resultados. “En este problema de los transgénicos, que es un cáncer que se está dispersando por todo el país, nosotros necesitamos idear estrategias que sean muy autónomas, que desde diferentes frentes la gente le pueda hacer resistencia, pueda mirar lo que está pasando y pueda incidir en lo local, municipal, territorial a partir de unos resultados“, enfatizó el integrante de la Corporación Custodios de Semillas.
En las jornadas de agosto de 2017, se examinaron ochenta y ocho (88) muestras, cuatro de maíces comerciales. A partir de ello, se detectó la presencia de contaminación transgénica en dos muestras procedentes del municipio de La Unión y en tres distribuidas en tiendas.
Los resultados y las reflexiones suscitadas durante el ejercicio colectivo representaron un argumento más para impulsar y fortalecer la iniciativa popular desarrollada actualmente en San Lorenzo, para declarar a este municipio como Territorio Libre de Transgénicos, esperando que pueda proyectarse a otras regiones del país.
Esta iniciativa se enmarca dentro de las actividades para la sostenibilidad ambiental del convenio “Construyendo Paz con Equidad desde Nariño” que surge del trabajo conjunto de la Fundación Humanismo y Democracia – H+D y el Centro de Investigación y Educación Popular – CINEP/PPP, con financiación de AECID.