18 ENERO 2010

H+D a través de su contraparte local en Haití, el Movimiento Sociocultural de los Trabajadores Haitianos (MOSCTHA), informa de la situación en la que se encuentra el Sur Este del país a través de los testimonios del personal de campo ubicado en la zona.
El seísmo registrado tuvo su epicentro a unos 15 kilómetros al oeste de Puerto Príncipe, con una profundidad de 10 Km (Servicio Geológico de Estados Unidos) afectando severamente a la comunidad de Jacmel, ubicada a unos 40 kilómetros al sur de Puerto Príncipe con una población estimada de 40.000 habitantes. Jacmel ha sufrido “enormes daños” a causa del terremoto registrándose “decenas de muertos y heridos” (aún no se han contabilizado oficialmente).
Albert Sanon y Jean Kellerman, personal de campo de MOSCTHA, mediante transporte marítimo llegaron a Jacmel el miércoles pasadas las 2 de la tarde y pudieron comprobar que la localidad está destruida al 80%.

Desde el centro de esta ciudad hasta el aeropuerto han quedado destruidos: La Iglesia Católica (Meyer), la iglesia Bautista, la escuela pública, el hotel Jacomeliense (orgullo de la población), el Liceo Pesina, el Hotel de la Plaza, la escuela Alcimid Omera, el Banco Nacional de Crédito, la gasolinera, la Catedral St. Jacques, la Catedral St. Phillipe y la Oficina del ministerio de Medioambiente.
Del Centro hasta Lomando también han sido afectados: dos escuelas públicas, el colegio de las monjas (Lamando), el puerto de Jacmel, la comisaría de policía, el Ayuntamiento, el hospital Saint Michel, el Banco Fond Koze, el centro de la Cruz Roja y el Hotel Lacrevette
Los locales menos afectados y que pueden servir de refugio en este momento son: la escuela Suisse, el Liceo Celi Amour, Liceo Pinchinat, Liceo San Juan de Papua, Liceo Sant Luis, Liceo Lenis y St. Antoine de Padoue.
Desde la calle Santana hacia el centro de la ciudad hay más de 300 viviendas destruidas. En la escuela Interfamiliar todavía hay más de medio centenar de personas bajos los escombros. Y en la escuela Trinitaria se han sacado unas 27 personas gravemente heridas y fueron enviadas a los hospitales y a la fecha 60 cadáveres. El personal médico están ofreciendo servicio al aire libre. Los supervivientes de la catástrofe vagan por las calles sin rumbo y el aeropuerto de Jacmel está dando refugio a unas 400 personas. En las calles ya se comienza a sentir el mal olor de los cadáveres que comienzan a descomponerse.
La situación requiere un plan de asistencia que englobe dotación de alimentos, potabilización del agua, medicinas a través de operativos medico, operativos de saneamientos, entregas de enseres de hogar, y ofrecer la información necesaria para evitar posibles brotes epidemiológicos, ya que en las comunidades afectadas reinan el miedo, insomnio, irritabilidad, cefaleas y sobre todo mucha ansiedad.