06 FEBRERO 2017
El pasado 31 de enero se llevó a cabo el simulacro de inundaciones en el municipio de San Francisco y cuatro de sus barangays dentro del proyecto AECID “Reducción de la vulnerabilidad de las comunidades afectadas por el tifón BOPHA en la provincia de Agusán del Sur. Filipinas”.
Esta es la primera vez que se realiza un simulacro comunitario para inundaciones en el municipio.
En él han participado más de 1.000 personas, entre miembros de las comunidades de las zonas más vulnerables, Cruz Roja, el Ministerio de Salud, Gobiernos Locales, Educación, Bienestar Social, Protección Civil, y miembros de los Comités de Desastres, entre otros.
Los facilitadores de esta actividad presentaron de manera simultánea, en cada una de las poblaciones y a la misma hora, un escenario de emergencia por inundación. A partir de ese momento, y a lo largo de las tres horas, los Comités de Desastres gestionaron los casos de emergencia activando sus Sistemas de Mando de Incidentes para la toma de decisiones. De esta manera se coordinó asistencia tanto a los miembros de su comunidad así como a las otras poblaciones participantes en función de la casuística presentada. Durante el simulacro fueron movilizadas ambulancias que trasladaron a personas heridas, y que fueron atendidas en los servicios de salud. Además de vehículos para la evacuación de población hasta los centros de evacuación designados desde los puntos de recogida fijados para casos de emergencia por cada zona.
Mediante la toma de decisiones y siguiendo el protocolo indicado en sus planes de desastres los miembros de los Comités de Desastres pusieron en práctica los estándares fijados para la gestión de centros de evacuación siguiendo las pautas de registro de evacuados, su distribución por sectores, distribución de alimentos, etc. Todo ello fue observado por un equipo de evaluadores, observadores y facilitadores que se ayudaron del protocoló fijado en los planes de desastres y contingencia para elaborar valoraciones. Tras la finalización del simulacro se llevaron a cabo asambleas entre participantes, facilitadores y evaluadores para consolidar los resultados posteriormente con el nivel municipal.
La lógica de la intervención es que los simulacros se lleven a cabo tras los ejercicios teóricos de simulación de emergencias, para así detectar áreas de mejora que puedan integrarse en los Planes elaborados y de esta manera conseguir que estos sean más responsivos con la realidad de cada comunidad.
La realización de los simulacros comunitarios es la culminación de los talleres inicialmente previstos por el proyecto en materia de preparación de desastres. En el marco de este proyecto tres municipios y siete barangays (barrios) han llevado a cabo además evaluaciones de riesgos comunitarios y han elaborado sus planes de gestión de desastres y de contingencia.