07 ABRIL 2010
Reproducción íntegra del artículo de Nacho Uriarte publicado en globosfera popular. Ver original
HUMANISMO Y DEMOCRACIA
Dos grandes palabras que tanta falta hacen a nuestra sociedad en los días que corren. El humanismo reclama potenciar la fe en el ser humano, situar a la persona como centro de la vida social y política y como pilar para el desarrollo humano de nuestras sociedades.
La democracia evoca la libertad, la igualdad de oportunidades y la tolerancia como marco idóneo de la convivencia que nos hemos propuesto defender. Todos somos responsables de defender estos dos términos en nuestra querida España y todos estamos obligados a impulsar las condiciones necesarias para contagiar de Humanismo y Democracia otros países en vías de desarrollo.
Únicamente mentes estrechas de visión de futuro pueden defender el cuestionamiento de la existencia de políticas efectivas de cooperación al desarrollo desde Gobiernos como el de España. Podemos debatir sobre la calidad de la ayuda y sobre los indicadores que muestran su eficacia, como de otros muchos temas, pero no podemos permitir la perversión de plantearnos su existencia.
Un país como el nuestro debe trabajar porque nuestro entorno mundial consiga cotas de desarrollo, bienestar y derechos humanos aceptables. No podemos permitirnos dejar atrás a millones de seres humanos, los de nuestro país los ayudaremos con el trabajo social y los de fuera los tenemos que ayudar con la Cooperación al desarrollo.
Soy Trabajador social y he trabajado en centros de atención primaria donde la administración se convierte en la última red para sostener en nuestra sociedad a miles de hombres y mujeres al límite de exclusión social y de la supervivencia. Conocer y defender el Trabajo Social no me impide ver la necesidad de impulsar como país políticas efectivas de cooperación al desarrollo que mejoren el bienestar de Latinoamérica, África o Asia. Que llenen de Humanismo y Democracia estos países.
El Partido Popular cree en esto hasta el punto de impulsar una ONGD que trabaje no sólo en la elaboración de las políticas activas sino en su aplicación profesional en los países de origen. Qué bien escogido el nombre, Humanismo y Democracia. Cuánta falta hace llenar el mundo de estos dos términos.
Os animo a que estéis pendientes de sus actividades. Yo os iré contando muchas cosas. Rajoy estuvo visitando los proyectos de esta Fundación en Colombia, ojalá hubiera más organizaciones como ésta. Como profesional del Trabajo Social y como Portavoz adjunto de Cooperación Internacional en el Congreso de los Diputados es un orgullo conocer y colaborar con la Fundación Humanismo y Democracia.